Espejo
Un gallego iba por la calle y se encontró un espejito de cartera, lo levantó, se miró y dijo:
- ¡Cuuuño! ¡A este tío lo cunozco! Y se lo guardó en el bolsillo del pantalón.
De regreso a su casa volvió a mirarse al espejo y repitió:
- ¡Juder! ¡Que a este tío lo cunozco! Al entrar a su casa guardó el espejo en el bolsillo de su pantalón y se sentó en la mesa del comedor.
Mientras la Josefa le servía la comida, el gallego volvió a mirarse en el espejo y repetía:
- ¡Ostia! ¡Yo a este tío lo cunozco!
Cuando Josefa se dió cuenta, le preguntó:
- Oye, Manuel ¿qué tienes en la manu?
- Nada importante, mujer. Y se guardó el espejo en el bolsillo del pantalón.
Terminada la cena el gallego se fue a dormir dejando el pantalón sobre la silla. Josefa, intrigada, una vez dormido su esposo se acercó a la silla y retiró el espejo del pantalón, se miró al mismo y dijo:
- ¡Ya lu sabía! ¡Es una fotu de mujer! ¡Y qué cara de zuuuurra que tiene!
Envie este chiste a un amigo
|