Ya no soy virgen
Es una niña de nueve años que llega a su casa y le dice a su mamá:
- Mamá, ya no soy virgen.
La mamá, furiosa, le da un par de bofetadas, y la niña dice llorando:
- ¡Buaaa! ¡Ahora hago de pastorcita en la representación del beléeeeen!
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