Consecuencias
Estaba Adan charlando con Dios; le decía que se sentía solo y que quería compañía y entonces Dios le dijo: Bueno te daré una mujer que te ayudara que cuidara los hijos nunca cuestionara tus decisiones, siempre lucirá bella, te dará el desayuno en la cama, pero te va a costar un ojo dos costillas, un riñón, la nariz y un pie y respondió Adan: y que me das por una costilla y desde entonces sufrimos los consecuencias.
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